Esta es una pregunta complicada, y la respuesta es que depende del escenario y de las pruebas. Los demandantes tendrían que probar que se les debía una obligación de cuidado, que tenían una expectativa de seguridad y que fueron puestos en riesgo por la negligencia de la escuela. Incluso si todas las pruebas fueran claras, aún podría ser un caso muy difícil de ganar, especialmente si las exenciones de responsabilidad fueron firmadas por los padres.

Aquí hay algo que es casi seguro que haya sucedido, ya que millones de niños en todo el país ya han comenzado a retornar a la escuela:

• Un niño contrae el COVID-19 de otro estudiante
• Son asintomáticos pero contagian a su familia en casa
• Algunos de esos familiares son vulnerables y se enferman gravemente (y es probable que algunos hayan muerto como consecuencia de ello)

¿Serían responsables los padres que sin saberlo enviaron a su hijo a la escuela con COVID-19? En la gran mayoría de los casos anteriores, los padres probablemente no tenían idea de que estaban poniendo en riesgo a los compañeros de clase, a los maestros y a sus familias.

Pero ese no es siempre el caso.

Ya ha habido historias de padres enviando conscientemente a la escuela a un niño diagnosticado con COVID-19. Si su hijo enferma a un compañero y éste contagia a un familiar de alto riesgo que luego muere, ¿la familia que envió a sabiendas a un niño infectado con el coronavirus a la escuela puede ser considerada responsable en un caso de muerte por negligencia?

Exenciones y protección de responsabilidad del COVID-19

Hay escuelas en todo el país, incluyendo en Florida, que requieren que los padres firmen las exenciones de COVID-19 antes de que sus hijos puedan volver a la escuela o participar en deportes. ¿Esa exención protege a la escuela de cualquier tipo de responsabilidad en un caso de COVID-19?

Las exenciones pueden ser engañosas. En Florida, una exención de responsabilidad firmada por un padre en nombre de un niño no es aplicable en todos los casos.

Por ejemplo, si los padres firmaron en Florida un descargo de responsabilidad para que su hijo menor de edad vaya a un viaje de campo de natación y el niño se lesiona en el estacionamiento de la piscina (no en el acto de la natación), la escuela puede ser considerada responsable a pesar de que la renuncia para el viaje de campo se haya firmado. La exención podría proteger a la escuela de la actividad específica mencionada en ella, pero no de otras lesiones no relacionadas que ocurrieron mientras el niño estaba bajo su cuidado.

Si la exención de responsabilidad es lo suficientemente específica sobre la actividad, puede proteger a la escuela de casos de negligencia grave y simple, pero en Florida, una exención no se puede hacer cumplir en caso de agravios intencionales (como un asalto).

Se considera asalto si alguien con COVID-19 tose sobre otra persona con la intención de infectarla con el coronavirus. Si un padre enviara a su hijo con COVID-19 a la escuela con la intención de contagiar a sus compañeros de clase, eso sería un agravio intencional y ninguna exención podría proteger a ese padre de la responsabilidad. La situación se complica si el padre envía a su hijo infectado con el coronavirus a la escuela, sabiendo las consecuencias, pero no con la intención específica de causar daño.

Probar ese tipo de cosas puede ser difícil. Si un padre publicara en los medios sociales: “Voy a infectar a todos sus hijos con COVID” y luego enviara a su hijo a la escuela con COVID-19, habría abundante evidencia para usar en su contra. Si un padre envía a su hijo a la escuela y le dice que use una máscara, se lave las manos y no tosa sobre otras personas, podría ser más difícil plantear el caso de que puso a otras personas en peligro intencionalmente.

Si quiere ver un ejemplo de una de estas exenciones de responsabilidad de COVID-19, lea este texto del departamento de Parques y Recreación de Tampa. Describe en detalle los riesgos de la exposición a COVID-19, y a la vez, hace amplias generalizaciones sobre los escenarios en los que una persona podría infectarse mientras participa en sus actividades.

Este tipo de exención puede contribuir en gran medida a proteger a un proveedor de actividades escolares o extraescolares de la responsabilidad, ya que el lenguaje es claro e inequívoco en cuanto a los riesgos que conlleva, las partes específicas a las que se refiere la exención y lo que el firmante está aceptando.

Cada situación es única, y podría haber ciertos factores que complican el caso de un demandante, pero firmar un descargo de responsabilidad como ese probablemente hará más difícil llevar adelante un caso de negligencia por exposición a COVID-19.

Probando la responsabilidad por infecciones y muertes por COVID-19

Otro factor que dificulta los posibles casos de COVID-19 es establecer:

• Que se le debía un deber de cuidado
• Que la persona/empresa/organización incumplió ese deber de cuidado
• Que usted contrajo COVID-19 de esa persona/negocio/organización como resultado

Si una empresa u organización, incluyendo una escuela, está tomando medidas agresivas para minimizar los riesgos de infección por COVID-19, puede ser difícil probar que incumplieron cualquier obligación debida relacionada con la infección.

También es difícil probar definitivamente que usted o un ser querido se contagió de COVID-19 en la escuela. Establecer dónde se infectó una persona, y por quién, puede ser difícil con cualquier enfermedad que tarde hasta dos semanas en ser diagnosticada.

Esa incertidumbre, combinada con las exenciones, podría dificultar que los padres demanden a las escuelas por lesiones o muertes relacionadas con el coronavirus.

Hable con un experto si no está seguro de qué hacer

Hay innumerables formas diferentes de contraer COVID-19, e indudablemente han habido algunas infecciones evitables que probablemente fueron causadas por negligencia. Probar esos casos no es fácil, pero eso no significa que sea imposible.

No todas las exenciones son un escudo invencible, pero ciertamente pueden proporcionar una cobertura si son lo suficientemente minuciosas.

Si usted siente que la tragedia del COVID-19 de su familia puede haber sido causada por la negligencia de alguien más, y cree que hay pruebas para demostrarlo, puede tratar de contactar con los abogados de lesiones personales. Ellos pueden escucharle y ayudarle a entender si puede o no tener un caso.