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En la mayoría de los casos, su capacidad para demandar a alguien depende de sus daños y de la cobertura de su seguro. En Florida, donde los conductores están obligados a contratar una póliza de Protección Contra Lesiones Personales (PIP, por sus siglas en inglés), por lo general solo se puede justificar una demanda cuando el costo de sus lesiones, los salarios perdidos y los daños y perjuicios superan los límites de su PIP. Usted puede demandar al conductor responsable por los gastos que superen los límites de su PIP si el conductor no tiene la cobertura adecuada y usted no tiene suficiente cobertura de conductor sin seguro o con seguro insuficiente para cubrir sus gastos adicionales.
Sin embargo, si quiere demandar a alguien por una presunta torpeza personal o por acciones imprudentes que considera atroces, probablemente tendrá problemas para encontrar un abogado que le represente, a menos que usted haya sufrido daños legítimos. Por ejemplo, es probable que no pueda demandar a un restaurante de comida rápida por estropear su pedido, o a cualquier empresa por no cumplir sus expectativas de servicio al cliente. Para demandar a una persona, entidad gubernamental o empresa, es necesario haber sufrido daños y perjuicios.
Los daños y perjuicios pueden incluir muchas cosas, desde los gastos sanitarios relacionados con las lesiones sufridas por negligencia hasta el dolor físico o el trauma emocional que reduce su calidad de vida. Si tiene cortes y rasguños después de un accidente de tráfico y sus facturas médicas están por debajo de la cobertura de su PIP, podría serle difícil demandar con éxito al otro conductor.
Sin embargo, si un accidente de tráfico realmente horrible le causó estrés postraumático y puede demostrar que ha tenido un impacto extremadamente negativo en su vida, podría tener una oportunidad ligeramente mejor de negociar un acuerdo. No todas las lesiones son físicas.
Algunos de los casos de lesiones personales de más alto perfil (los que resultan en veredictos o acuerdos multimillonarios) podrían dejar a algunas personas con la impresión de que una demanda por lesiones personales es casi como ganar la lotería.
Incluso existe un viejo tropo mediático de personas que intentan resbalar por las escaleras o saltar frente a autos de lujo para conseguir una gran indemnización por lesiones personales.
El sistema en realidad no funciona así. La mayoría de esos veredictos por lesiones personales aparentemente masivos son para personas que han sufrido lesiones catastróficas y/o desfiguración. Una incapacidad permanente es una imposición enormemente costosa que afectará muchas facetas de la vida de una persona, con numerosas consecuencias financieras.
Por ejemplo, si una persona que se gana la vida en la construcción queda repentinamente paralizada por un accidente de tráfico, es posible que tenga que buscar una nueva carrera. En algunos casos, es posible que no pueda volver a trabajar. En lugar de solo meses de salarios perdidos, podría enfrentarse a toda una vida de salarios perdidos. Si son relativamente jóvenes y les quedan varias décadas hasta la jubilación, los daños por salarios futuros perdidos podrían con facilidad ser millones.
Además de los salarios perdidos, pueden necesitar de equipo especial para desplazarse. Es posible que haya que modificar sus casas con elevadores para sillas de ruedas, puertas más anchas y baños accesibles para personas con movilidad limitada. Todas estas cosas son caras.
La persona discapacitada también tendría derecho a una importante indemnización por daños y perjuicios. Si eran ávidos excursionistas antes de su accidente, sus abogados de lesiones personales pueden argumentar con credibilidad que su discapacidad les priva de una de sus pasiones de vida, lo que merma de manera significativa su disfrute y la calidad de esta. Si tienen familia o hijos, es posible que ya no puedan ayudar en la crianza de los hijos o en las tareas de la casa, lo que acarreará mayores gastos en el cuidado de los niños o la necesidad de contratar un servicio de limpieza.
Las lesiones catastróficas pueden tener un profundo impacto en la vida de una persona. El dinero no compensa la pérdida, pero no hay mejor alternativa si es imposible restablecer la movilidad de la persona lesionada.
Un veredicto multimillonario no compensa la incapacidad permanente o desfiguración, pero puede hacer que la vida después del accidente sea más soportable y cómoda.
Si la negligencia de otra persona ha provocado una lesión grave que le ha dejado sin trabajo, con altos gastos médicos o con un dolor emocional o físico a largo plazo, es posible que pueda demandar. La situación de cada persona es única. El patrimonio y el seguro de la parte responsable probablemente influyan en su capacidad para negociar o conseguir una indemnización.
Los abogados con experiencia en lesiones personales pueden ayudarle a determinar si tiene un caso válido y si es probable que la parte responsable pueda pagar sus daños. La mejor manera de averiguar si puede demandar es ponerse en contacto con un abogado de lesiones que tenga experiencia representando a clientes que hayan sufrido el mismo tipo de lesiones por accidente de tráfico que usted.