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En los últimos meses, la aplicación de las leyes de inmigración en los Estados Unidos ha sido objeto de un escrutinio minucioso. Desde abril, se han presentado denuncias de familias migrantes que han sido detenidas en la frontera, y cuyos integrantes han sido separados por semanas o meses. Poco después, se divulgaron rumores que alegaban que los centros de detención donde se recluía a niños inmigrantes ofrecían condiciones de vida sucias, inseguras e inhumanas.
En julio, un abogado de Washington publicó en Facebook que la nieta de un amigo murió “como consecuencia de una atención negligente y una enfermedad respiratoria que contrajo de uno de los otros niños”. La publicación que posteriormente se compartió reavivó la discusión sobre las condiciones en los centros de detención fronterizos, lo que provocó la formulación de la pregunta: ¿Quién es responsable cuando alguien que está detenido en la frontera sufre lesiones?
De acuerdo con un fallo de la Corte Suprema de 1971, no es necesario ser ciudadano ni tener una tarjeta verde para presentar una demanda por lesiones personales. La ley establece claramente que si alguien sufre lesiones por una parte negligente en territorio estadounidense, esa persona tiene derecho a una compensación por sus lesiones independientemente de su estado migratorio.
Determinar quién es responsable en cualquier caso de lesión puede ser complicado. A menudo, la respuesta se reduce a si una parte fue descuidada o “negligente” de acuerdo con estas pautas generales:
El gobierno puede ser responsable si la persona lesionada puede comprobar que empleados federales actuaron de manera descuidada y provocaron las lesiones. Ejemplos de comportamiento negligente en este caso pueden incluir el no atender las necesidades físicas del detenido, tales como:
Para que una denuncia por negligencia sea exitosa, la parte damnificada (demandante) debe probar cuatro cosas a fin de demostrar que la parte presuntamente culpable (demandado) actuó con descuido.
Si el centro de detención en el que se encuentra el demandante no cumple con las normas de seguridad razonables, el gobierno puede ser responsable. La responsabilidad por las instalaciones incluye la falta de aviso de condiciones inseguras, tales como:
Sin embargo, el solo hecho de que alguien sufra lesiones en una propiedad del gobierno no significa necesariamente que el gobierno sea negligente.
Si el demandante tenía algún conocimiento del riesgo que implicaban sus acciones previas a la lesión o si aceptó el riesgo voluntariamente a través de un acuerdo o implicancia con sus palabras o conducta, es probable que no reciba compensación por daños y perjuicios por sus lesiones.
Esta defensa se usa a menudo en casos de responsabilidad civil donde el demandado puede probar que el demandante fue bien advertido sobre el riesgo de lesión, pero que, independientemente de ello, corrió el riesgo de lesionarse. Esto deniega la denuncia por negligencia porque la condición de la obligación no se cumplía.
Dicho esto, las agencias de orden público sí deben prestar a los detenidos todo tipo deber de cuidado, incluidos los niños. Lo que complica aún más el asunto es la edad de estos niños, ninguno de los cuales era lo suficientemente mayor como para decidir de forma independiente si cruzar la frontera ilegalmente.
Se permite iniciar demandas por lesiones personales contra el gobierno federal en virtud de la Ley Federal de Demandas por Agravios (Federal Tort Claims Act, FTCA) por cualquier lesión que haya ocurrido en una propiedad del gobierno o debido a la negligencia de empleados federales mientras cumplen con sus obligaciones.
Es importante señalar que antes de que se pueda entablar la demanda, la parte damnificada debe presentar un reclamo directamente a la agencia a cargo del empleado o la propiedad (en este caso, el servicio de Inmigración y Control de Aduanas (Immigration and Customs Enforcement, ICE) de los Estados Unidos. La parte damnificada puede entablar una demanda solamente cuando ese reclamo sea denegado.