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Los profesores, el personal administrativo de la escuela y los entrenadores tienen deber de amparo con los niños en sus aulas, en los campus escolares y en las salidas. Están obligados a tomar todas las precauciones razonables para evitar que los alumnos sufran daños previsibles.
“Previsible” y “razonable” son palabras importantes, y el éxito de muchos casos de lesiones personales en los que están implicados estudiantes de escuela suele depender de si una lesión era previsible y si era razonable que el personal de la escuela tomase medidas para evitarla.
Sí, los estudios sugieren que más de 14 millones de niños se lesionan en la escuela cada año en Estados Unidos.
Una encuesta estudiantil realizada por los CDC, en la que participaron los distritos escolares de los condados de Broward, Duval, Orange y Miami, reveló una serie de estadísticas preocupantes sobre la seguridad escolar y las lesiones en los campus.
Casi 30 millones de niños del país menores de 15 años participan en deportes organizados, normalmente a través de sus escuelas. Esas actividades provocan aproximadamente 3,5 millones de lesiones al año.
Aunque las lesiones cerebrales son un porcentaje menor de entre todas las lesiones deportivas, son estadísticamente significativas. Aproximadamente el 21% de las lesiones cerebrales traumáticas infantiles son atribuibles a los deportes y a las actividades de ocio. Las visitas a urgencias por lesiones deportivas son aún más frecuentes: unas 775.000 cada año.
Con tantos niños que sufren lesiones, a menudo en actividades deportivas organizadas por la escuela o mientras están en el recinto escolar, ¿por qué no hay más demandas por lesiones personales dirigidas a las escuelas?
Si está interesado en los deberes de los educadores en Florida, puede leer Principios de Conducta Profesional para la Profesión Educativa en Florida. Mientras que algunos de esos principios son de naturaleza ética, hay algunos específicos para proteger a los niños de los daños.
Las escuelas de Florida tienen el deber de proteger a los estudiantes de los daños causados por:
Si un profesor agrede a un niño, es probable que la escuela haya incumplido su deber. También se puede considerar negligencia si un alumno resulta herido por el desplome de un pupitre, la caída de un casillero, roturas en las escaleras o algún otro fallo de mantenimiento en el recinto escolar. Si una escuela no toma las medidas razonables para mantener alejados a los delincuentes y alguien del exterior lesiona a un niño, eso también podría considerarse un incumplimiento del deber de amparo de la escuela.
Al igual que los gobiernos municipales y de las ciudades, las escuelas públicas de Florida están protegidas por las leyes de inmunidad de jurisdicción. Eso significa que tienen una protección especial frente a las demandas. Las normas no son del todo diferentes a las controversiales protecciones que se conceden a los agentes de policía.
Todavía hay escenarios en los que la escuela podría ser considerada responsable de una lesión, o el profesor responsable podría ser considerado personalmente responsable, pero estos casos rara vez son fáciles. Por eso, en los casos de acoso escolar o peleas en el campus, muchos abogados de lesiones personales buscan la compensación de los padres del agresor.
Cada caso es diferente. Si usted cree que la negligencia de un educador, entrenador, alguien del personal administrativo de la escuela, o el padre de otro estudiante jugó un papel en la lesión de su hijo, podría serle conveniente que hable con un abogado de lesiones personales.
El acoso escolar es un problema común en las escuelas de Estados Unidos. Aunque en ocasiones el acoso llega a ser físico, también puede ser implacable y psicológico, y puede llevar a los niños a autolesionarse. ¿Se puede responsabilizar económicamente a la escuela si un niño resulta herido físicamente o se autolesiona como consecuencia del acoso?
Eso depende de si el profesorado lo sabía o debería haberlo sabido y de si tomó medidas para impedirlo. En los casos de acoso escolar, los padres del agresor también pueden ser considerados responsables por razones similares. El hecho de no tomar medidas para mantener a otro niño a salvo puede ser considerado como negligencia en un juicio.
Los casos de lesiones personales de todo tipo, ya sean relacionados con resbalones y caídas, negligencia de seguridad, accidentes de tráfico o cualquier otra cosa, suelen ser complicados. Aunque la inmunidad de jurisdicción proporciona a las escuelas una protección adicional contra las demandas, tiene límites. Incluso si la protección de la inmunidad de jurisdicción fuese desestimada en su caso, todavía tendrá que tomar medidas procesales adicionales, ya la demanda será contra una entidad gubernamental. Los casos contra organizaciones gubernamentales están regulados por normas ligeramente diferentes, por lo que es importante actuar con rapidez.